La rutina tiene mala prensa estos días. De hecho, los medios de comunicación y la publicidad, en particular, nos venden constantemente métodos o consejos para » romper la rutina A riesgo de morir de aburrimiento. Ya sea en tu relación o en tu vida diaria, admitir que tienes rutinas o pequeños hábitos hará que tu interlocutor piense de inmediato que eres viejo, aburrido o ambas cosas.
Tu vida debe ser divertida y diversa, tienes que hacer muchas cosas y, si es posible, al mismo tiempo, vivir la hora y estar rodeado de mucha gente. De lo contrario, es muy probable que te aburras cara a cara contigo mismo. Sin embargo, la rutina es necesaria o incluso imprescindible porque facilita el transcurso de nuestra vida diaria al inyectarle ritmo y planificación. ¡Incluso puede ser genial a veces! Si te lo aseguro, lee estas líneas y verás 😉
Índice de contenido
1. Estarás menos estresado
Debido a que la rutina es tranquilizadora, predecible y, en general, está bien aceitada, es reconfortante y relajante. Así que sí, es bueno hacer muchas cosas diferentes todos los días, salir de tu zona de confort, descubrir y aprender cosas nuevas, experimentar con nuevas actividades. Pero también es bueno establecer rituales familiares y saber que puede confiar en ellos cuando lo necesite.
Tener hábitos y repetir las mismas acciones nos permite predecir el transcurso de nuestros días. La regularidad permite la automatización de nuestras acciones y libera nuestra mente de preguntas parasitarias y recurrentes específicas de la ejecución de tareas no automatizadas. Así, nuestra mente y nuestro cuerpo están tranquilos, liberados de todo estrés innecesario y eso es bueno para tu salud 😉
2. Serás más eficiente
El establecimiento de rutinas puede ser un factor de eficiencia. De hecho, sistematizar determinadas tareas recurrentes te permite optimizar tu agenda y ahorrar tiempo al evitar tener que (re) planificar constantemente tu agenda. Empiece por enumerar las tareas más repetitivas en su horario, luego vea si puede agrupar algunas de ellas. Por ejemplo, si tiene que pasar por la oficina de correos, la panadería y el supermercado una vez a la semana, planifique hacer estas tareas el mismo día.
También puedes planificar un día “administrativo” durante el cual revisarás tus correos electrónicos y los responderás si es necesario, pagarás tus facturas, concertarás tus citas médicas, realizarás tus llamadas telefónicas profesionales, etc. La agrupación de tareas similares en el mismo día ahorra tiempo porque son tareas que requieren las mismas capacidades. Por tanto, su ejecución simultánea es más fluida.
3. La rutina también puede ser divertida
Al establecer hábitos, ahorrará mucho tiempo y energía y, por lo tanto, aligerará su agenda. Esto te permitirá utilizar tu tiempo libre para realizar actividades que te den placer y que ya no tuviste tiempo para hacer porque tu agenda estaba ocupada. Aprovecha para pasar tiempo con las personas que amas, descansar y cuidarte. Por ejemplo, planifica un día a la semana, una tarde o un día entero para darte un masaje o pasar un día con amigos. Finalmente, la rutina tiene algo bueno 😉
Cuéntanos sobre tus rutinas en los comentarios 😉
Foto de Jeff Sheldon